Como algo inaudito y festivo, el compositor y cantautor cordobés más especial de los que tenemos la suerte de contar, retoma su actividad de conciertos tras un paréntesis en el que eligió como público a los niños, en una serie de muestras didáctico-teatrales.
Esta vez, con nocturnidad, muy poca alevosía y abierto a todos los públicos, Javier Montijano presenta las nuevas canciones de su último y reciente disco Abre celda con la selva, y algunas de sus anteriores trabajos, reanudando la actividad musical de la sala Al-Dánzalus (antiguo Centro El Quiñón). Será en formato de dúo con la batería de Eduardo Viñolo, una presentación tan original (característica innata en este compositor) como atractiva.
Javier Montijano usa sus influencias bajo su particular carisma y una sólida y sorprendente combinación de centros de interés. Sus nuevas composiciones siguen partiendo, como las anteriores, de esta pócima especial en la que vierte tanto la espiritualidad de los sentimientos, como lo tribal y la pura fantasía naïf, ingredientes que confieren a su música una atrayente personalidad singular en la que la introspección propia del artista nos conduce por un mágico laberinto de vida sin explorar, incluyendo dosis de compromiso global, y la inocencia infantil.
Aflora así una propuesta rítmica y rica realmente fuera de lo común, digna de ser compartida y cimentada bajo la premisa de la sinceridad, que trasciende listas de éxitos, enorme para ser balanceada únicamente por la industria.
Esta vez, con nocturnidad, muy poca alevosía y abierto a todos los públicos, Javier Montijano presenta las nuevas canciones de su último y reciente disco Abre celda con la selva, y algunas de sus anteriores trabajos, reanudando la actividad musical de la sala Al-Dánzalus (antiguo Centro El Quiñón). Será en formato de dúo con la batería de Eduardo Viñolo, una presentación tan original (característica innata en este compositor) como atractiva.
Javier Montijano usa sus influencias bajo su particular carisma y una sólida y sorprendente combinación de centros de interés. Sus nuevas composiciones siguen partiendo, como las anteriores, de esta pócima especial en la que vierte tanto la espiritualidad de los sentimientos, como lo tribal y la pura fantasía naïf, ingredientes que confieren a su música una atrayente personalidad singular en la que la introspección propia del artista nos conduce por un mágico laberinto de vida sin explorar, incluyendo dosis de compromiso global, y la inocencia infantil.
Aflora así una propuesta rítmica y rica realmente fuera de lo común, digna de ser compartida y cimentada bajo la premisa de la sinceridad, que trasciende listas de éxitos, enorme para ser balanceada únicamente por la industria.
Posteado por Eduardo Viñolo
Sala Al-Dánzalus (antiguo Centro El Quiñón).
Viernes 21 de noviembre
21.30 horas.
Entrada + consumición: 5 €.
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