martes, 24 de marzo de 2009

Guitarras Eléctricas Contra la Crisis



















LA ABUELA RINDE HOMENAJE A JUAN PERRO Y AL ROCK CORDOBÉS DE LOS OCHENTA.

¿Crisis? ¿qué crisis? No es cosa de frivolizar. La recesión es un angustioso hecho para millones de personas. Pero ¿qué ganamos con venirnos abajo? Contra la crisis, guitarras eléctricas. Puede derrumbarse la banca, temblar la economía, pero no hay seismo financiero que tumbe el rock. Es una música nacida para sobrevivir. En la resistencia radica su fuerza inagotable. Los expertos recetan optimismo para superar las adversidades. Y La Abuela, consciente de los obstáculos y reparos, no se achica sino que tira para adelante, ahora como los grandes trapecistas, con un más difícil todavía. Pero junto a esta actitud valiente y casi a pecho descubierto, propia de gente de acción, su nueva apuesta ofrece interesantes novedades para el melómano sin prejuicios. Seguimos en la brecha y con ideas renovadas.
El séptimo homenaje nacional al rock, iniciativa única en su género en España, tiene una doble vertiente. Se tributa un reconocimiento a Santiago Auserón (Juan Perro) por su larga trayectoria artística en el mundo de la música, la producción, el pensamiento y la crítica. Y, de otra parte, se revisa la fértil aportación del rock y el pop de Córdoba en los años ochenta. Un periodo no suficientemente ponderado de incontenible ebullición creativa en el que Tarik y La Reserva, nuestros invitados esta vez, y otros artistas injustamente olvidados, pusieron las bases de grupos que triunfaron en la siguiente década: Corazones Estrangulados y Rakel Winchester.
Con este repaso a la cultura juvenil de los ochenta en la capital cordobesa, se pone en práctica además un viejo proyecto de la asociación: explorar la huella rockera de Andalucía provincia a provincia. Un anticipo de este empeño, lo tuvimos en el homenaje al rock andaluz, completado un año después con la concesión del premio a Kiko Veneno y Rafael Amador (Pata Negra). Con ambos reconocimientos, La Abuela, adelantándose a los que se subieron al carro más tarde, recuperó la etapa más brillante de la música juvenil en nuestra tierra, la que corrió pareja al resurgimiento de la identidad andaluza entre el final del franquismo y la constitución del primer gobierno autónomo. El llamado rock andaluz. Un movimiento musical liderado por los desaparecidos Triana (los genuinos, no los que explotan su nombre) que alcanzó una proyección y un calado popular aún no igualado. Los discos de aquella insuperable generación (Cai, Imán, Guadalquivir, Mezquita y Medina Azahara, a los que debe añadirse el resplandeciente precedente de Smash) conservan intacto su tremendo poder emocional. Y son finos y acabados ejemplos del talento de unos músicos que alumbraron un sonido repleto de matices, original y moderno a la vez que enraizado en la más rica tradición tímbrica de esta tierra.
El rescate de esa eclosión de artistas sureños cuando nadie se acordaba de ella se plasmó en Montilla. Y lo llevó a cabo La Abuela Rock. Conviene recordárselo a los olvidadizos. Pero la historia no acaba ahí. Cada año pasamos a un nuevo capítulo. Ahora ponemos el foco para iluminar la animada escena cordobesa de casi 25 años atrás. Después será el turno de Granada, de Málaga, de Huelva… En todos los rincones de la geografía andaluza ha crepitado la llama rockera con más o menos intensidad desde que Elvis fundó su iglesia, la que da culto a un ritmo abierto y mestizo por naturaleza.
Pero la atención a lo nuestro, no supone descuido del resto del patrimonio. La prueba es el fichaje de Santiago Auserón que vuelve a poner el nivel muy alto. No es momento de pormenorizar sus muchos méritos (una visita detallada a su página oficial puede satisfacer a los más curiosos). Sin embargo, como apunte breve, es bueno resaltar que Radio Futura, el grupo que él promovió junto a su hermano Luis a principios de los ochenta, los años de la movida, está considerado como el más importante de la historia del rock en España. La influencia y anticipación de sus otros proyectos, bien con Las Malas Lenguas, Juan Perro, el son cubano y la Jazz Orquestra de Barcelona, no vienen sino a afianzar su excepcional categoría como ideólogo, compositor y letrista. La suya es una mente en constante actividad.
Traerlo supone un gran esfuerzo económico una vez más. Pero vale la pena. Es una oportunidad quizás irrepetible de poderlo tener tan cerca. Santiago Auserón recibirá la ya clásica estatuílla diseñada por el pintor y escultor Juan Arrabal que representa una guitarra eléctrica. Un día antes está previsto un cara a cara con él en una conferencia que promete ser sustanciosa. Jesús Ordovás, una mesa de debate sobre el rock cordobés y la correspondiente exposición dedicadas a los homenajeados completan el programa. Un menú para paladares exigentes.
Después de seis ediciones consecutivas, las jornadas son algo esperado cada año, pero pensar que están consolidadas es una ingenuidad. Para llevarlas a cabo con garantías resulta básico el apoyo del público. Con una buena respuesta popular y las imprescindibles ayudas del Ayuntamiento y de la Consejería de Cultura, el éxito nunca mejor dicho, estaría cantado.
La Abuela se expone a críticas, enfados y descontentos al elegir el cartel de cada primavera. Se parte del convencimiento de que es imposible satisfacer todos los gustos. Pero el rock, por definición, no es excluyente ni cosa parcelada en la que, como si se tratara de tribus enemistadas, unos detestan a otros sin ni siquiera molestarse en prestar atención a otras propuestas diferentes y alternativas a las que son de tu preferencia. Ese comportamiento se suele definir como ignorancia.
De un tiempo a esta parte, han crecido sobremanera las iniciativas musicales en Montilla. Y en no pocas de ellas (concierto homenaje al rock local, el libro de la historia de los conjuntos de música moderna y algunas más) ha tenido algo que ver La Abuela. Su dinamismo ha impregnado y servido de estímulo a otros colectivos como la pujante Asociación de Músicos de Montilla, cuyo número de socios no cesa de crecer. Lo mismo sucede, aunque en un estado más incipiente con la flamante asociación cultural 39 escalones, integrada por melómanos reconocidos.
En teoria, visto todo lo anterior, hay potencial suficiente para llenar un concierto que, además, tiene como principal protagonista a una figura que enganchó a incontables personas cuando estaba al frente de Radio Futura. En teoría.
Nos visita Santiago Auserón y su heterónimo Juan Perro. Qué menos que se pasen a saludarlo y escucharlo nuestros colegas de El Ladrío y Forajidos. Así, en un ambiente perruno, seremos más. Ladran luego cabalgamos.

Manolo Bellido

www.laabuelarock.org

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