Grooving Jazz Quartert podrían ser una formación con domicilio en Manhattan, pero son absolutamente de aquí. Los descubrí a través de mi buen amigo Ramón Medina que me avisó de que actuaban en un cercano club. Me gustó la nitidez y elección de su repertorio y la sencillez, sin fisuras, de sus interpretaciones, lo más lejano a ese endiosamiento del que sufren bastantes músicos que profesan el estilo de los mejores maestros: El Jazz.
También me llama la atención que tanto Ramón Medina como Rafael Moreno, provengan de alguna tribu de aquellas que deambulaban por nuestro panorama musical en los 80, La Reserva y Tocamadera respectivamente y que ahora se encuentren interpretando juntos a Coltrane o Evans. Un buen ejemplo a seguir
Extraído de su dossier:
"En una formación como la que presentamos, lo que cabría esperar en principio es una textura basada en el empaste de la trompeta con la guitarra (de caja y con sonido grave), arropados por las gruesas notas del contrabajo y la discreción de las escobillas y el “charlie” de la batería. Groovin’ Jazz Quartet, si bien bebe en la fuente de ese modelo sonoro, no se conforma con presentar una versión más de lo que ya conocemos, sino que busca la renovación sonora en los campos en los que sus integrantes se han formado y desarrollan su creatividad con más comodidad. "
Esperamos verlos a menudo en más eventos musicales de la cuidad, como el que se desarrolló el pasado fin de semana en el Museo Arqueológico, más lógico que nunca, entre vestigios romanos y ancestrales recuerdos de nuestros antepasados
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Mantén un tono de respeto y cordial.